A pesar de la mala fama que han tenido en las pasadas décadas, estudios muy recientes indican que su consumo diario se asocia a menores tasas de depresión y enfermedades de Alzheimer y Parkinson. Parece que estas bebidas estimulantes podrían contribuir a mantener sano nuestro cerebro. El efecto activador de estas sustancias dura entre una hora y tres horas generalmente.
Un estudio longitudinal de diez años de duración de investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU evaluó la posible relación entre depresión y la ingesta de café, té y refrescos. Se registró el consumo de las bebidas en más de un cuarto de millón de participantes adultos entre los años 1995 y 1996. Compararon esos valores con los auto-informes de depresión de esas mismas personas después del año 2000.
Los resultados revelaron que la ingesta habitual de café coincidía con un índice menor de depresión. Por el contrario, quienes bebían más de cuatro refrescos azucarados al día presentaban un riesgo un 30 % mayor de desarrollar depresión en 5-10 años.
Los refrescos con edulcorantes obtenían los peores resultados: los sujetos que tomaron 4 o más bebidas light diarias manifestaron un mayor riesgo de depresión.
Curiosamente este estudio indica que el té tiene un escaso efecto protector. Pero otros trabajos defienden lo contrario. En 2013 se halló que los chinos adultos que tomaban con regularidad té presentaban un riesgo menor de sufrir depresión: su consumo entre uno y cinco días a la semana, disminuía la probabilidad de depresión un 20%; si el consumo era diario disminuía en un 40%.
Beber café o té también disminuye el deterioro cognitivo. Investigaciones con roedores parecen indicar que estas sustancias previenen de las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.
Parece que la cafeína no solo protege al cerebro sino que lo favorece. Otra investigación revelaba que si los ratones bebían agua a la que se había añadido café, se reducían los ovillos de proteína comunes en el alzhéimer y también se prevenía el déficit en la memoria espacial.
Según un trabajo publicado en la revista británica “Journal of applied social Psychology”, tomar 2 tazas de café diarias ayuda a las mujeres a soportar situaciones de estrés. Parece ser que en las mujeres la ingesta de café aumenta la dopamina, que las ayuda a ser más efectivas en el trabajo y más centradas en la tarea. En los hombres en cambio, puede aumentar su nerviosismo y agresividad.
En resumen, quizá sea aun precipitado afirmar de forma rotunda esos beneficios del café y el té, pero son ricos en antioxidantes, nos estimulan si son tomados de forma prudente y son deliciosos para muchas personas. Para beneficiarse de sus propiedades, elija siempre que pueda, café y té orgánicos y tómelos sin azúcar o con la menor cantidad posible.
Francisco Porto
Psicólogo Sanitario y Master en Terapia de Conducta